¿Por qué utilizar la bioclimatización como sistema de refrigeración en los hogares?

Los sistemas de refrigeración por bioclimatización o refrigeración evaporativa se están convirtiendo en una alternativa sería a los dispositivos de aire acondicionado convencionales en las viviendas. Este tipo de climatización siempre se ha relacionado más con grandes espacios, como colegios, naves industriales, almacenes o mercados. Pero, en realidad, es una solución que se puede adaptar perfectamente a las viviendas, permitiéndonos un ahorro del hasta el 80% del coste energético en casa.

La bioclimatización, como tal, es una tecnología que se basa en el estudio de la naturaleza y la forma de conseguir a través de ella, rebajar las temperaturas del ambiente manteniendo la calidad del aire. Es, además, una tecnología eficaz, ecológica y no contaminante. Sin duda una buena alternativa a los dispositivos de refrigeración tradicionales. ¿Por qué?

Diferencias entre el aire acondicionado tradicional (izquierda) y la bioclimatización (derecha)
Introduce 100% aire exteriorRecircula el mismo aire
Las ventanas y puertas pueden mantenerse abiertasLas ventanas y puertas tienen que permanecer cerradas
Mantiene un nivel adecuado de humedadReseca el aire y puede ser perjudicial para la salud
Elimina humos, olores y aire vaciadoRecircula el aire de la estancia que contiene olores, humos, ácaros…
Mejora el rendimiento cuando más calor hace en el exteriorReduce la capacidad de enfriar cuando más calor hace en el exterior
Coste de funcionamiento reducidoCoste de funcionamiento elevado
Climatiza como la naturalezaUtiliza gas refrigerante

  Datos de la IDAE y Ministerio de Industria, turismo y comercio

Beneficios de la bioclimatización

1. Mejora el confort en casa

Los sistemas de refrigeración evaporativa tienen una ventilación continua. Es decir, que generan de manera ininterrumpida el aire a climatizar. ¿Y cómo se consigue? Recoge el aire caliente del exterior y lo humedece al pasar por unos filtros empapados en agua natural, logrando refrescar el aire que impulsa al interior de tu local o vivienda para conseguir reducir hasta 12°C la temperatura en el interior.

Toda una ventaja que nos permite alejarnos de esa sensación térmica de sudor que nos producen los aires acondicionados convencionales donde sólo se modifican dos de los cincos elementos básicos: la temperatura y la humedad que se necesitan para poder obtener una sensación de confort en casa. Faltando el movimiento del aire, naturaleza de la actividad y el de tipo de ropa.

2. Ayuda a disminuir el consumo energético

Uno de los problemas principales que se tiene con los sistemas de aire acondicionado tradicionales es el elevado consumo de electricidad. En España se estima que el 11% del consumo de electricidad está asociado al uso del aire acondicionado en hogares y en el sector servicios. Unas cifras que siguen creciendo año tras año. Y es que la gran demanda de potencia eléctrica por el aire acondicionado a determinadas horas del día lleva en ocasiones a los famosos cortes de suministro eléctrico que se producen a menudo en áreas turísticas costeras y en zonas de segunda residencia.

¿Y a que se debe esto? La mayor parte de los equipos de aire acondicionado están compuesto por un sistema de comprensión mecánica de condensación por aire, menos eficientes que la condensación por agua. Lo que hace que en épocas de gran calor los dispositivos trabajen a pleno rendimiento demandando grande cantidades de energía.

Además, lo que se hace para bajar la temperatura de una estancia que tengan que tener las puertas y ventanas cerradas impidiendo la renovación del aire. El efecto deshumectante puede ser nocivo, ya que provoca una excesiva sequedad del aire que se respira resecando los ojos, las fosas nasales, la garganta e incluso la propia piel. También se podría hablar del síndrome de edificio enfermo derivado del mal uso de estos sistemas. Además, si los recintos se programan a temperaturas excesivamente bajas producen un salto térmico con el exterior que puede ser fatal para quien viene acalorado. Es por ello, que la “Organización Mundial de la Salud” aconseja que no se den saltos térmicos mayores a 7°C.

Por el contrario, lo que hacen los sistemas de refrigeración evaporativa, es recoger el aire caliente del exterior y humedecerlo a través de unos filtros que están empapados en agua natural. Permitiendo refrescar el aire que impulsar al interior y bajando las temperaturas hasta 12°C. Además, el alre se renueva de manera constante, ya que se pueden mantener las ventanas y puertas abiertas, sin ningún problema. Y todo ello sin utilizar componentes químicos.

3. Ayuda a reducir emisiones de CO2

Se instalan más de un millón de equipos domésticos de aire acondicionado en España. Si de promedio tienen dos kilovatios y medio de potencia, eso significa dos millones y medio de kilovatios más cada a o lo que es lo mismo dos nuevas centrales nucleares. Por el contrario la evaporación no sólo genera apenas emisionessino que además, su funcionamiento es mucho más económico que cualquier otro tipo de aire acondicionado. Y es que la refrigeración por evaporación ofrece grandes beneficios de climatización y ventilación mediante un consumo de energía mínimo. Utilizando el agua como fluido de funcionamiento y evitando el uso de gases que afecten a la capa de ozono.

4. Fácil instalación y mantenimiento

Son equipos que cuentan con muy pocas piezas mecánicas. Una ventaja que no sólo facilita su instalación sino que implica un riesgo muy bajo de que se produzca cualquier fallo o avería en los mismos. Además, no necesitan tener un soporte de fijación especial y se sujetan simplemente por un conducto. A parte de este conducto, sólo se necesitaría una toma de agua y una fuente de energía eléctrica. Sin necesitar tuberías extras de refrigerante, como es el caso de los aires acondicionados tradicionales. En lo que respecta a su mantenimiento, los filtros y distribuidores de agua son muy fáciles de conservar y mantener.

Para concluir tienes que saber que estos dispositivos tienen mayor rendimiento en zonas de clima seco o semi seco. Así todo, en zonas del levante español, donde hay un mayor porcentaje de humedad, tienen un buen comportamiento, sobre todo en los días de calor extremo siendo fácil impulsar el aire hasta una temperatura de confort térmico, entre los 24ºC y 26ºC.